domingo, 6 de junio de 2010

LEYENDAS

6 comentarios:

Raquel dijo...

Leyenda.

Érase una vez, en un pueblucho en la sierra de Madrid, alejado del centro, vivía un señor mayor con una perra llamada Quina, era una perra obediente y cariñosa, o eso parecía.
Cuando Quina tenía unos 4 años mató a su dueño, nadie vio como lo mataba ni lo que le hizo, pero se dice que le mordió en el cuello y el hombre se desangró. Sacrificaron a Quina ya que ninguna perrera la quería ni tampoco querían adoptarla las familias. Enterraron a Quina y a su dueño en tumbas juntas ya que se querían mucho. Años después averiguaron que al hombre lo mató un lobo cuando salió de caza, que le mordió en el cuello y no su perra.
Ahora se dice que, cuando alguien maltrata a un animal Quina sale de su tumba y le hace a esa persona lo que ha hecho a su animal, por venganza de lo que le hicieron a ella cuando no tuvo culpa de nada.

Unknown dijo...

Leyenda de terror

Hace mucho tiempo en un pequeño pueblo sucedió un asesinato, asesinaron a una familia muy vengativa. Los mataron más o meno a media noche y con luna llena, una hora muy especial.
Se cuenta que ahora esa familia cada noche de luna llena los espíritus salen de las tumbas para matar a los miembros de la familia asesina de dichos hombres.
La última noche de luna llena, en una casa murieron dos hombres. Murieron porque una cerilla encendida se introdujo en la caldera y hizo que la caldera explotara, después encontraron a los dos cadáveres quemados, apuñalados y degollados.
Un vecino dijo que vio un cuerpo siniestro entrar en la casa, encender una cerilla y meterla en la caldera y que cuando toda la casa ardía en llamas el espíritu apuñalo y degolló a los habitantes.
Los que estamos aquí presentes no sabemos si somos de esa familia y si moriremos el próximo día de luna llena.

María dijo...

Cuentan que hace unos siglos en este mismo pueblo, vivía una familia como otra cualquiera pero que le ocurrió algo distinto. Entre ellos se llamaban papá, mamá, Liz y Marc. Pero para los demás eran Ronald, Sindy, Lizy y Marcos.

Un día como muchos fueron al cementerio para limpiar las lápidas de sus difuntos. Lo malo es que llegaron un poco tarde y se tuvieron que quedar hasta que anocheció. Cuando iban a salir descubrieron que estaban atrapados allí. ¡Habían cerrado todas las puertas! Y las tapias eran muy altas para saltarlas. Se tuvieron que acercar a una caseta que había en el centro del cementerio (que en realidad nadie sabía para qué era) para resguardarse del viento.
Luego todos se durmieron. Liz se despertó con una oleada de pánico porque había tenido una pesadilla y con un escalofrío. Miró a su alrededor y vio que no había nadie. Se levantó y se sacudió la tierra que tenía por encima, al hacerlo vio que tenía un trozo de cristal. Se dio la vuelta y observó que la caseta tenía un gran agujero en una de sus ventanas y con restos de sangre, miró en el interior y...
- ¡Ahhhhh! - gritó. Lo que vio la dejó sin aliento, sin voz, sin alma, sin mente, sin corazón y sin cordura. Corrió por todos los lados, hacia arriba, hacia abajo. Algo le golpeaba como golpean cien cuchillos a una persona. Y bueno, lo que vio fue a su padre decapitado y sin un trozo de cuello alrededor del ensangrentado suelo. Y bueno... a su madre, o lo que quedaba de ella, descuartizada en más del mil trocitos. Su hermano nunca apareció y la gente dice que Lizy se volvió loca porque no había soñado nada sino que ella misma los había matado. Otros dicen que fue una bestia peor que el lobo. Pero el único que lo sabe con certeza soy yo, porque estuve allí para saciar mi hambre.

Unknown dijo...

“ El niño de las vestiduras blancas”

Según cuentan los ciudadanos más antiguos del pueblo, el arenero del conocido parque del niño esconde una terrorífica historia.
Hace cientos de años un niño estaba jugando tranquilamente en el arenero, cavaba y cavaba con su pala, para hacer un hoyo en la arena, cuando de repente una mano misteriosa salió del fondo de la arena , asustando enormemente al pequeño. Tras esto, todo el cielo se oscureció, y esta mano extraña agarró fuerte el pie del niño y le arrastró con él hacia el fondo de la tierra. Debajo, había muchos niños asustados, pero entre ellos, destacaba uno con vestimentas blancas, antiguas y rotas. Era él, el niño maléfico, el que arrastraba a todos los niños hasta ese horrible lugar. Estaban condenados a trabajar eternamente cavando, más y más hondo.
Desde entonces se cuenta que nunca se consigue ver el fin del arenero de este parque, por más que se escaba sólo hay arena, arena y arena, incluso algunas personas continúan pensando que cuando hay tormenta o el cielo se oscurece el niño de las vestiduras blancas está casi en la superficie del arenero, por lo que los niños en estos días no juegan en él.

Unknown dijo...

EL PUEBLO FANTASMA

Existe cerca de Rumania un tétrico bosque donde casi siempre hay niebla. En sus entrañas hay un misterioso pueblo abandonado. Los más ancianos del lugar cuentan una tenebrosa leyenda sobre él:
En el año 1502, cuando la Inquisición estaba a la orden del día, habitaba en ese pueblo una terrible bruja, experta en magia. Robaba animales y ganado de los campesinos para realizar hechizos con ellos.
Un día, para concluir un complejo ritual, necesitaba una joven doncella y la raptó. Los ciudadanos se dispusieron a rescatar a la bella muchacha y acabar de una vez por todas con aquella hechicera que les había causado tantos problemas.
Sigilosamente fueron hasta su guarida, en la montaña más alta de la región. Lograron sorprenderla cuando estaba a punto de sacrificar a la joven y la hirieron de gravedad. Pero antes de morir realizó un conjuro con el que hechizó a todo el pueblo y los convirtió en famélicos espectros.
Desde entonces se dice que en las noches con niebla se oyen los lamentos de sus fantasmales residentes.

ReYess dijo...

Villalágrima
Una lluviosa tarde de invierno, le pregunté a mi abuelo si me contaba alguna historia interesante. Mi abuelo aceptó encantado, su historia decía así:
-La leyenda de Villabrágima…
-¡Villabrágima!, ¿así se llama nuestro pueblo no? –Pregunté curiosa interrumpiendo maleducadamente.
-Si, pero hace muchos años, cuando yo era un crío, no se llamaba así, se llamaba Villalágrima. –Dijo él misterioso- Ahora si me lo permites continuaré mi historia.
-Vale abuelo, lo siento, continúa tu historia. –Le ofrecí risueña.
-Cuenta la leyenda que Villabrágima antes no se llamaba así, y es tan cierto como que sufro reuma. Hace muchos años vivía en elpueblo una anciana Sra. llamada Cándida, a la vieja Sra. no lgustaban los niños porque le daban una alergia muy rara que le hacía llorar; y como comprenderás no le hacía ninguna gracia por eso decidió que ya no iba a llorar más.
Primero decidió que los envenenaría con mordeduras de animales y los volvió rabiosos a todos. Luego les cortó a todos la cabeza y metiéndoles cebollas dentro para hacerles llorar.
Pero no contenta, se intentó comer uno; a los minutos estaba llorando de la alergia y el pueblo se empezó a inundar.Hubo muchos que intentaron parar las lágrimas pero el únicomodo era que comiese más cabezas y se mantuviese ocupada.
Yo estaba temblando de miedo y no quería seguir escuchando.
Mi abuelo se levantó de su butaca y yo le pregunté:
-¿ A donde vas abuelo?
-A dar de comer a la tía Candida.- Respondió perversamente.